Queremos hablarles hoy de otro grande del fútbol, alguien quizá sin el reconocimiento que su juego mereció, pero ídolo haya por donde pasó y para todo aquel que aunque solo fuera un partido, le haya visto sobre un terreno de juego. Hablamos de Enzo Francescoli, el “Príncipe” del fútbol.
Y es que pocos futbolistas han tenido la elegancia de Enzo, tanto en la conducción, como en los pases o disparos. Ya en su Uruguay natal, en las filas del Wanderers de Montevideo, dejó muestras de su calidad, lo que le sirvió para fichar por el club en el que se convertiría en leyenda, el River Plate de Argentina. Tuvo un comienzo algo complicado y la hinchada millonaria no acaba de apoyarle, máxime cuando tras una gran actuación en la Copa América 83, no conseguía el mismo rendimiento con el club. Pero poco a poco, fue creciendo su juego y su importancia en el equipo, hasta ser el máximo goleador y mejor jugador en su temporada de despedida.
Pese a ser una estrella en Sudamérica ficho por el modesto club francés, Racing de Matra, que de la mano de un rico empresario quiso montar un equipo para conquistar Europa, contratando junto con Enzo a Luis Fernández, Littbarski, Tusseau, y a Arthur Jorge como técnico. Pese a las buenas actuaciones del uruguayo, el equipo no consiguió los objetivos, por lo que tres años después el empresario lo dejó y las estrellas con él.Francescoli fichó entonces por el Olympique de Marsella, donde pese a estar solo un año logro el título liguero y ser considerado mejor jugador de la Ligue1. En este tiempo también se fraguó la admiración del que más tarde sería uno de los más grandes del futbol, pues Enzo es el ídolo futbolístico de Zidane, que en su honor llamó igual a su primer hijo.
Después viajo Italia, donde fue dando clases de su maestría: en Cagliari, durante 3 años, y después en el Torino, antes de volver de nuevo a Argentina. Allí de nuevo en la filas de River Plate, volvió a brillar con luz propia, y junto con H. Crespo llevo a los millonarios a la conquista de la Copa Libertadores.
En 1997 se retiró del mundo del fútbol, tras casi 20 años de carrera profesional, con 655 partidos y 244 goles en encuentros oficiales. Además de varios títulos de liga tanto en Argentina como Francia, una copa Libertadores y 3 copas América con su selección.
Un jugador distinto, por el que merecía la pena pagar una entrada. Siempre inventaba, aunque siempre buscando la efectividad, sin querer adornarse más de lo necesario. Respetado en todos los campos, siempre fue un modelo tanto de educación como de respeto. Por eso os dejamos un video con lo mejor de este genio y también con su última actuación en el homenaje al “Burrito” Ortega, donde pese a superar los 50 años, nos volvió a deleitar con su gran técnica.
Todavía recuerdo como si fuera ayer ,cuando salio lesionado y ramón diaz los cambio por el chileno Marcelo salas , que ovación en el monumental y campeones con dos goles del chileno a velez , y ese abrazo tan sentido del principito con su entrenador y con el matador salas..
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